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El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha dado un paso notable hacia la lucha contra la contaminación plástica en zonas costeras vulnerables al promover métodos de cultivo hidropónico sostenibles utilizando macetas de barro. A través del “Proyecto de Adaptación Costera con perspectiva de Género (GCA)” en las regiones de Satkhira y Khulna en Bangladesh, el PNUD ha empoderado a las mujeres para que adopten la hidroponía, lo que ha llevado a reducciones significativas en el uso de plástico y ha contribuido a un futuro más verde y sostenible. Este artículo explora el desarrollo y las consecuencias de los esfuerzos del proyecto GCA para fomentar prácticas respetuosas con el medio ambiente en la lucha contra la contaminación plástica.
El proyecto GCA, financiado conjuntamente por el Fondo Verde para el Clima y Bangladesh, aborda los desafíos ambientales que enfrentan las comunidades costeras. El aumento del nivel del mar ha provocado una grave escasez de agua y una invasión de agua salina, lo que dificulta los métodos agrícolas convencionales. En respuesta, el PNUD introdujo la hidroponía sostenible utilizando vasijas de barro como una solución viable.
La hidroponía es una técnica agrícola revolucionaria que fomenta el crecimiento de las plantas en soluciones acuosas ricas en nutrientes, eliminando la necesidad de tierra. Este método ha demostrado ser muy eficaz para reducir el uso de agua y minimizar la dependencia de pesticidas y herbicidas nocivos. Además, la hidroponía ha facilitado mayores rendimientos de los cultivos en espacios limitados, ofreciendo una alternativa sostenible para las regiones afectadas por la salinidad.
El proyecto GCA inició la formación de 92 grupos de mujeres, cada uno de los cuales constaba de 25 miembros, en Assasuni upazila de Satkhira. Estos grupos fueron empoderados para adoptar la hidroponía utilizando 23,000 vasijas de barro. Este cambio de recipientes de plástico a recipientes de barro biodegradables ha resultado en la prevención del uso de aproximadamente 10,166 kg de plástico, lo que significa el compromiso del proyecto con #BeatPlasticPollution.
La adopción de la hidroponía y el uso de vasijas de barro ha tenido consecuencias positivas de gran alcance tanto para el medio ambiente como para las comunidades costeras. Al reducir los desechos plásticos generados por las prácticas agrícolas convencionales, el proyecto GCA ha contribuido significativamente a un medio ambiente más limpio y sostenible. Los beneficios de la hidroponía van más allá de la reducción de plástico; La capacidad del método para cultivar en interiores brinda protección contra frecuentes fenómenos climáticos extremos, como ciclones e inundaciones, salvaguardando los medios de vida.
Además, al empoderar a las mujeres para que tomen la iniciativa en la adopción de la hidroponía, el proyecto ha promovido iniciativas con perspectiva de género, fomentando una mayor igualdad de género e inclusión en las comunidades costeras.
El impacto del proyecto GCA es evidente en los testimonios de beneficiarias como Sharifa Khatun y Sabina Yesmin, quienes han expresado su gratitud y resaltado la importancia de las prácticas amigables con el medio ambiente. El proyecto ha logrado crear conciencia entre las comunidades costeras sobre la importancia de sus acciones para preservar el medio ambiente y crear un mundo más seguro para las generaciones futuras.
A medida que el PNUD continúa apoyando proyectos innovadores como la GCA, reafirma su compromiso de construir un futuro más verde para las comunidades costeras vulnerables y al mismo tiempo inspirar prácticas sostenibles en todo el mundo.