Exploradores polares rusos cultivan sandías en la Antártida con la expectativa de la Luna
Los exploradores polares rusos tienen la intención de cultivar sandías y pepinos en el lugar más frío del planeta: en la estación ártica de Vostok, donde ya lograron cosechar una buena cosecha de tomates. El experimento se lleva a cabo como preparación para la creación de una base en la Luna, pero también tiene un significado más mundano.
Debido a las condiciones naturales que no son aptas para la agricultura, las verduras de la estación se cultivan con panoponia: los agrofísicos han creado los llamados complejos fitotecnológicos en los que se logra una proporción óptima de medios sólidos, líquidos y aéreos. En lugar de suelo, se usa su análogo de capa delgada, que se asemeja a un tejido, y la solución nutritiva ingresa a la semilla a través de hendiduras capilares. Según Andrey Teplyakov, un explorador polar, un magnetólogo en su especialidad principal, que se dedica a la investigación de invernaderos en el "Este", en la Antártida el rendimiento de las verduras suele ser una vez y media o dos veces mayor que en las modernas plantas de invernadero que operan en Rusia y en el extranjero.
"No puedo decir en qué se diferencian las frutas en sabor de las de invernadero: para esto, debe probar la misma variedad del invernadero del 'Este' y el invernadero", lo cita RIA Novosti.
Teplyakov dijo que los agrofísicos lograron cultivar sandías en las condiciones simuladas de la Antártida, y comenzarán a tratarlas directamente en el "Este" en febrero, los primeros frutos se pueden obtener en 68 días después del "lanzamiento". El experto señaló que las bayas serán mucho más pequeñas de lo habitual, solo unos 20 centímetros de diámetro, y el sabor debería ser el mismo que el del astracán. Al mismo tiempo, subrayó que las sandías antárticas son una especie de estrategia de marketing que ayudará a promover la panopónica.
"Si logramos cultivar sandías en la Antártida, entonces se puede hacer en todas partes", explicó Teplyakov.
Señaló que tales esfuerzos están destinados a desarrollar tecnología que ayudará a alimentar con productos vegetales a los residentes de regiones de difícil acceso del país. Por ejemplo, en Siberia, las verduras y frutas son extremadamente caras y la instalación de invernaderos no resolverá este problema. Al mismo tiempo, la panopónica le permite recibir productos en habitaciones cerradas, donde los costos de calefacción son significativamente más bajos y la productividad es mayor. El mayor gasto en este caso es la electricidad, ya que las plantas absorben luz entre 12 y 16 horas al día.
Como explicó Teplyakov, los invernaderos en el "Este" se iluminan por la noche, mientras los exploradores polares duermen, las plantas crecen. Al mismo tiempo, resaltó que la parte más importante del trabajo es la polinización, que se tiene que hacer de forma manual. El experto señaló que esto se puede hacer con un cepillo o simplemente conectando flores masculinas y femeninas. Al mismo tiempo, es importante no perder el tiempo, ya que la "ventana" para la polinización dura solo uno o dos días.
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