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En una investigación agrícola reciente realizada por el departamento de invernaderos de la Universidad de Wageningen, se examinaron dos variedades de fresas que requieren poco frío, Inspire (de The Greenery) y Fandango (de Fresh Forward). Estas fresas se plantaron en un invernadero equipado con deshumidificación activa y tres sistemas de sombreado, incluida una pantalla energética transparente. Se prescindió de la iluminación artificial, pero de diciembre a febrero se mantuvo una temperatura constante de 15 grados centígrados día y noche.
Tradicionalmente, la producción en invernadero sigue las variaciones naturales de temperatura, con días más cálidos y noches más frescas. Sin embargo, los investigadores de Wageningen, mediante el uso de pantallas reflectantes del calor durante la noche y sombra durante el día, maximizaron la retención de calor en la población de plantas. Los resultados fueron impresionantes.
Las variedades que requieren poco frío, cultivadas en estas condiciones experimentales de invernadero, produjeron casi tanto rendimiento como los métodos tradicionales hasta julio, pero con un consumo de energía significativamente menor. Además, las constantes “condiciones de días cortos” creadas por la sombra permitieron a las fresas creer que era primavera hasta septiembre, lo que resultó en una cosecha continua. Este enfoque innovador generó un rendimiento adicional de 2 a 4 kilogramos por metro cuadrado.
En esencia, cultivar variedades que requieren poco frío en condiciones óptimas no sólo mejora la eficiencia energética sino que también extiende significativamente el período de cosecha en comparación con las fresas convencionales que producen junio. Además, las variedades examinadas mostraron resistencia al moho durante toda la primavera, por lo que sólo requirieron intervención hacia el final de la temporada de crecimiento.
Esta investigación demuestra un cambio transformador en el cultivo de fresas, enfatizando el potencial de las variedades que requieren poco frío para revolucionar la eficiencia energética y los plazos de cosecha. Al adoptar estas prácticas innovadoras, los agricultores pueden lograr rendimientos prolongados con un impacto ambiental reducido, lo que marca un avance sostenible para la industria de la fresa.