Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, Arabia Saudita es uno de los mayores importadores de alimentos del mundo, importando alrededor del 80% de sus necesidades alimentarias. Esta dependencia de las importaciones ha hecho que el país sea vulnerable a las interrupciones de la cadena de suministro y las fluctuaciones de precios en los mercados globales. Para abordar este problema, el gobierno saudí ha estado invirtiendo en agricultura sostenible, incluida la construcción de invernaderos sostenibles.
La asociación de Red Sea Farms y PIF tiene como objetivo construir invernaderos sostenibles utilizando agua salada y paneles solares. Los invernaderos se construirán en diferentes regiones de Arabia Saudí, incluida la ciudad de Jeddah, con una superficie total de 10 millones de metros cuadrados. El uso de agua salada y paneles solares reducirá el uso de agua dulce y electricidad en los invernaderos, haciéndolos más sostenibles y rentables.
Los invernaderos sostenibles tienen varios beneficios para la agricultura. Proporcionan un entorno controlado para las plantas, lo que permite una producción durante todo el año y un mayor rendimiento. El ambiente controlado también reduce el uso de pesticidas y herbicidas, haciendo que los productos sean más saludables y seguros para el consumo. Además, los invernaderos sostenibles requieren menos agua que los métodos agrícolas tradicionales, lo que es una ventaja significativa en regiones áridas como Arabia Saudita.
Los invernaderos sostenibles tienen el potencial de revolucionar la industria agrícola de Arabia Saudita al reducir la dependencia del país de las importaciones de alimentos y mejorar la eficiencia y la sostenibilidad de la agricultura. La asociación entre Red Sea Farms y PIF es un paso significativo hacia el logro de este objetivo, y será emocionante ver el impacto de esta iniciativa en el sector agrícola del país.