El pequeño pueblo de Imantau en la región del norte de Kazajstán se llama la capital de las petunias, donde, al plantar flores para la venta, los residentes locales aportan la mayor parte de las deducciones fiscales al presupuesto del distrito de Aiyrtau.
Después de analizar la experiencia del desarrollo exitoso de pequeñas empresas en Imantau, los representantes de NCE "Atameken" y la cámara regional de empresarios propusieron cambiar los enfoques para el desarrollo de programas de desarrollo empresarial, teniendo en cuenta las características regionales.
Ilnar Galyamshin, representante de la Asociación de Turismo Agrorural, habló sobre la historia de éxito de los floricultores de Imantau.
– Hace unos 15 años, mi suegro Idris Kuzakhmetov decidió criar petunias. Al ver cuán grande era la demanda de estas flores, sugirió que una familia las cultivara. Condiciones creadas, invernaderos construidos. Plantaron plantas, las cultivaron y él las volvió a comprar. Luego se ofreció a plantar flores para otra familia. Ahora hay 150 invernaderos en Imantau, más de 500 aldeanos están involucrados en el cultivo de petunias”, resumió Ilnar el desarrollo del proyecto de flores.
Las semillas de petunia se suministran desde los Países Bajos y los Estados Unidos. La logística está bien establecida. No hay cortes de suministro. El precio de un kilogramo de semillas alcanza un millón y medio de tenge. Pero vale la pena. La práctica ha demostrado que las petunias holandesas se arraigan bien en el norte de Kazajstán. Los residentes locales han aprendido a aplicar modernas tecnologías de riego.
El negocio de las flores en Imantau se desarrolló inicialmente sin atraer subsidios estatales, aunque el precio de un invernadero moderno alcanza los 10 millones de tenge. Solo un residente de Imantau solicitó apoyo estatal: en 2019 recibió una subvención para equipos de soldadura para fabricar estufas para invernaderos.
Todo el país se enteró de las petunias de Imantau. Las flores vienen aquí desde las regiones más remotas.
– No tenemos que buscar mercados de venta, – dice Ilnar Galyamshin. – Las flores de Imantau se llevan a Nur-Sultan, Kokshetau, Petropavlovsk, Ust-Kamenogorsk. En 2021, incluso Shymkent vino por nuestras petunias.
Un ejemplo de éxito son los precios de la tierra y los bienes inmuebles en Imantau, que son proporcionales a los de la capital. Un invernadero de jardín produce más de cien mil flores por temporada. El precio de compra de una petunia es de 45 tenge. Una familia recibe más de 4 millones de tenge por tres meses de trabajo intensivo. El resto del tiempo, el trabajo preparatorio está en marcha.
Cada invernadero emplea al menos a tres o cuatro personas. Por cierto, en la ciudad el precio de las petunias alcanza los 600 tenge por flor.
El único problema en Imantau es la falta de trabajadores, aunque los floricultores locales están dispuestos a pagar cinco mil tenge al día.