En un trabajo pionero dirigido por investigadores holandeses de la Universidad de Wageningen, se ha cultivado con éxito una variedad de vegetales, incluidos tomates, rábanos, guisantes, cebollas, espinacas, pimientos, rúcula, quinua y ajo, en suelos lunares y marcianos simulados. La cosecha mostró un mayor crecimiento en suelo marciano en comparación con el suelo lunar, destacando la diferencia de fertilidad entre los dos cuerpos celestes.
El proyecto de agricultura lunar de la NASA marca un paso fundamental hacia la exploración espacial sostenible y posibles esfuerzos de colonización. El éxito del experimento LEAF y de las simulaciones terrestres subraya la viabilidad de la agricultura extraterrestre y ofrece esperanzas para futuros asentamientos lunares y marcianos. A medida que la humanidad avanza hacia el espacio, la capacidad de cultivar más allá de la Tierra se vuelve cada vez más importante para las misiones espaciales a largo plazo y la realización de viviendas interplanetarias.