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El paisaje agrícola en la región de Mogilev está al borde de la transformación a medida que los invernaderos adoptan tecnologías de vanguardia. La iniciativa del presidente desencadena una revolución local, cuyo objetivo es eliminar las importaciones de hortalizas fuera de temporada, garantizando el acceso a productos asequibles cultivados localmente durante todo el año.
En respuesta al llamamiento del presidente a la autosuficiencia, en el distrito de Mogilev se están reconstruyendo los invernaderos de OJSC "Firma Kadino". Al adoptar métodos innovadores, estos invernaderos redefinirán la agricultura bielorrusa y ofrecerán una solución sostenible al desafío de la producción de hortalizas fuera de temporada.
La agricultura bielorrusa está experimentando un cambio importante con la reconstrucción de los invernaderos en la región de Mogilev. La iniciativa, impulsada por el llamado del presidente a la autosuficiencia, tiene como objetivo abordar el problema de las importaciones de hortalizas fuera de temporada. Históricamente, en los meses de invierno en Bielorrusia se dependía de pepinos y tomates importados, lo que generaba precios exorbitantes en los mercados locales. En un intento por abordar este desafío, el presidente [Nombre del presidente] instruyó a los agraristas a explorar enfoques innovadores para producir frutas y verduras localmente, haciéndolas asequibles para todos.
La solución pasa por modernizar los invernaderos, algo que el distrito de Mogilev está dando activamente. El punto central de esta transformación es la OJSC “Firma Kadino”, un actor clave en el sector agrícola de la región. Tradicionalmente, la cosecha de tomates en invernaderos comenzaba a finales de abril y culminaba entre octubre y principios de noviembre. Sin embargo, a partir del próximo año, la temporada de cosecha se extenderá hasta la temporada baja, coincidiendo con el período pico de frutas y verduras importadas.
Esta extensión de la temporada de cosecha es posible gracias a una técnica innovadora: la iluminación suplementaria. La agricultura tradicional depende en gran medida de la luz solar, pero el nuevo enfoque implica instalar lámparas adicionales que imitan el espectro del sol, mejorando el crecimiento de las plantas. Esta técnica, hasta ahora inexplorada en la región, promete una cosecha durante todo el año, asegurando un suministro constante de tomates locales.
El Instituto Mogilevgrazhdanproekt está trabajando diligentemente en la documentación del proyecto para la próxima reconstrucción del invernadero. El plan incluye la instalación de aproximadamente 8,500-9,000 lámparas de bajo consumo en 3 hectáreas de invernaderos. Si bien la inversión inicial es sustancial, se están llevando a cabo discusiones dentro del gobierno para subsidiar los costos de electricidad, haciendo que la empresa sea económicamente viable a largo plazo.
El proyecto de reconstrucción de OJSC “Firma Kadino” durará seis meses. Con la cosecha final del año prevista para finales de octubre, la fase de planificación del proyecto concluirá y la adquisición de materiales y equipos comenzará en diciembre. La construcción comenzará en diciembre y su finalización está prevista para mayo de 2024. En julio, se sembrarán las semillas y, en 90 días, las plantas alcanzarán su plena madurez. La primera cosecha con la nueva tecnología se prevé para octubre del año siguiente.
La iluminación complementaria se implementará gradualmente a partir de octubre de 2024. Inicialmente, las lámparas funcionarán a una capacidad reducida, dependiendo de las condiciones de luz natural. Este enfoque gradual garantiza una transición perfecta a la producción durante todo el año.
El impacto de esta iniciativa va más allá de las consideraciones económicas. El gobierno regional, encabezado por Oleg Chikida, cree que este esfuerzo de modernización reducirá significativamente la dependencia de las importaciones y permitirá a la región satisfacer sus demandas de consumo interno durante todo el invierno. Al fomentar la autosuficiencia, la región de Mogilev no sólo garantiza la seguridad alimentaria sino que también allana el camino hacia un futuro más sostenible.
La revolución agrícola que se está produciendo en la región de Mogilev representa un cambio de paradigma en la agricultura bielorrusa. Al adoptar tecnologías innovadoras, en particular iluminación suplementaria en invernaderos, la región está preparada para lograr una producción de hortalizas durante todo el año. Esto no sólo garantiza un suministro estable de productos cultivados localmente, sino que también disminuye la necesidad de costosas importaciones, haciendo que las verduras frescas sean más accesibles para la población local. A través de esta iniciativa, Bielorrusia está dando un gran paso hacia la agricultura sostenible, reforzando la seguridad alimentaria y promoviendo la autosuficiencia.