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En el corazón de Kabardino-Balkaria está tomando forma una nueva maravilla agrícola. El complejo Chegem-Agro, encabezado por “Eco-Culture”, está llamado a convertirse en la mayor empresa hortofrutícola de campo cerrado del Cáucaso Norte. La primera fase, que abarca más de 37 hectáreas, ya está en pleno funcionamiento y entregará tomates frescos a los mercados de todo el país. Sin embargo, el verdadero espectáculo aguarda con la construcción en curso de la segunda fase, que se prevé cubra aproximadamente 63 hectáreas una vez finalizada. Una vez operativa, esta ampliación elevará la capacidad del complejo a la asombrosa cifra de 24,000 toneladas anuales, lo que marcará un hito importante en la agricultura regional. Además, más allá de sus implicaciones económicas, el proyecto conlleva una profunda dimensión social, al duplicar la fuerza laboral para dar cabida a alrededor de 1,200 empleados, abordando así necesidades críticas de empleo en la región.
Como destacó Kazbek Kokov, jefe de la república, una vez finalizado el proyecto, el complejo Chegem-Agro está preparado para redefinir el paisaje agrícola del Cáucaso Norte. A través de sus ambiciosos objetivos de producción y oportunidades de empleo, promete revitalizar tanto la economía local como los sectores agrícolas y de procesamiento del Distrito Federal Sur en general.
Haciéndose eco de esta opinión, “Expert South” informó que, además de tomates y pepinos, el complejo Chegem-Agro prevé cultivar una variedad de bayas, entre ellas frambuesas, fresas, arándanos y moras. El proyecto, que comenzará a funcionar en junio de 2023, ya ha atraído importantes inversiones, por un total de 18.35 mil millones de rublos. Con la segunda fase en marcha, que requiere más de 24.5 millones de rublos en inversiones, se prevé su finalización dentro del año en curso, consolidando aún más la posición de Kabardino-Balkaria como un centro floreciente para prácticas agrícolas innovadoras.
El complejo Chegem-Agro emerge como un faro de innovación agrícola en el Cáucaso Norte, presagiando una nueva era de prácticas agrícolas sostenibles y prosperidad económica. Al aprovechar tecnologías avanzadas de invernadero y diversificar su cartera de cultivos, el proyecto no solo aborda la seguridad alimentaria regional sino que también fomenta el desarrollo socioeconómico mediante la creación de empleo y la adición de valor. A medida que continúa expandiéndose, su impacto en el paisaje agrícola de Kabardino-Balkaria está destinado a ser transformador y sentar un precedente para el desarrollo agrícola sostenible en la región.