Aunque es posible que sus plantas hayan sido revisadas para detectar plagas e incluso tratadas con pesticidas durante la propagación, es posible que todavía haya uno o dos visitantes no deseados cuando lleguen al sitio. El trasplante brinda una buena oportunidad para controlar cada planta individualmente, ya que se coloca en su posición de crecimiento, y tomar el control de cualquier plaga antes de que se multiplique.
Cuando las plantas jóvenes están empacadas, antes de pasar uno o dos días en tránsito, cualquier plaga presente, como pulgones, trips y ácaros, puede desprenderse y extenderse a otras plantas. Esto significa que cuando las plantas se colocan en su posición final, el brote puede extenderse a un área más amplia que solo unas pocas plantas. Se recomienda que todo el personal del invernadero esté capacitado para reconocer las plagas clave para que puedan informar sobre las detectadas durante el trasplante.
Idealmente, deseche las plantas con una plaga presente o, en el caso de un pulgón simple, aplaste la plaga y marque la planta con una bandera o un clip de señal en su posición final. Todas las plantas marcadas, así como las plantas vecinas, deben monitorearse diariamente durante la primera semana. El programa de control biológico debe iniciarse lo antes posible, enfocando las introducciones alrededor de las áreas donde se detectaron estas primeras plagas. Es importante consultar con su proveedor de plantas si se aplicó pesticida a las plantas durante la propagación y consultar la aplicación Biobest Side-Effects, o la página web, para asegurarse de que no haya residuos dañinos antes de introducir enemigos naturales.
Para más información:
Lise Verachtert
Grupo Biobest
lise.verachert@biobestgroup.com
www.biobestgroup.com