Investigadores de la Universidad de Cranfield están trabajando con socios de la Universidad de York para desarrollar una forma más ecológica de fabricar textiles para ropa utilizando biomasa derivada de desechos de cultivos.
El nuevo proceso utiliza disolventes de bajo impacto ambiental para disolver la celulosa producida por las bacterias de los residuos de cultivos y domésticos, como restos de comida y papel de cocina. Esto crea una solución viscosa parecida a la miel que luego se puede hilar en fibras para hacer eco-textiles para la moda sostenible.
El sector de la confección tiene un valor anual de 32 millones de libras esterlinas para la economía del Reino Unido y cada año se desechan alrededor de un millón de toneladas de ropa. El impacto ambiental del sector podría reducirse mediante el uso de materiales más renovables y biodegradables como la celulosa.
El Dr. Sameer Rahatekar, profesor de investigación del Centro de Fabricación, Compuestos Mejorados y Estructuras de la Universidad de Cranfield, dijo: “La industria de la confección del mundo es responsable del 10 por ciento de todas las emisiones de gases de efecto invernadero, más que los vuelos y el transporte marítimo, y el 20 por ciento de todas las aguas residuales. Nuestro trabajo con colegas de la Universidad de York ofrece una solución de bajo impacto ambiental que podría transformar la forma en que fabricamos textiles y reducir la cantidad de desechos que van a los vertederos ".
Resultado
La Dra. Alexandra Lanot, de la Universidad de York, dijo: “Este proceso es el resultado del trabajo que hemos realizado durante los últimos diez años. Mi esperanza es que pronto podamos usar ropa derivada de los desechos ”.
El profesor Simon McQueen Mason, de la Universidad de York, dijo: "La celulosa y las bacterias producidas a partir de estos desechos son esencialmente un material de calidad virgen que se puede usar para fabricar textiles nuevos con una huella ambiental mínima".
La celulosa es una estructura que se encuentra en las plantas y la madera, pero no es fácil de extraer sin el uso de productos químicos tóxicos como el ácido sulfúrico y el disulfuro de carbono, que se utilizan actualmente en la fabricación de tejidos de celulosa de viscosa / rayón.
El proceso de fabricación desarrollado en Cranfield utiliza solventes menos agresivos que tendrán un impacto ambiental significativamente menor en comparación con los textiles de viscosa / rayón celulosa.
Lea la investigación completa en www.sciencedirect.com.